La cerveza Guinness es sin duda más que una bebida, es un símbolo que representa la cultura irlandesa y es la marca estrella de muchos pubs irlandeses de todo el mundo. Seguramente la mayoría de nosotros/as e incluso puede que tú, realizamos una asociación mental automática de la Guinness con los irish pubs de madera.
No en vano se trata de un tipo de cerveza negra con más de 150 años de historia y continua innovación. Su propio nombre evoca muchos significados, simbologías y emociones, desde el ritual de servirla hasta el glorioso momento de la degustación lenta en nuestro paladar.
Una cerveza irlandesa con mucha clase que esconde llamativas curiosidades y datos, algunas de ellos te las descubriremos a continuación… ¿Listo/a para este gran viaje?
El origen de las cervezas Guinness
Los orígenes de esta bebida se sitúan en torno al año 1759, en ese entonces un maestro cervecero irlandés conocido como Arthur Guinness.
Arthur comenzó su producción en una antigua fábrica, que compró por 9000 años a 45 liras esterlinas por año, denominada ST James Gate Brewery ubicada en la ciudad de Dublín.
Aunque Arthur estaba familiarizado con las cervezas rubias, decidió probar una versión diferente que se basará en el estilo Porter inglés y permitiera una experiencia de sabor mucho más intensa.
A través de un proceso de destilación cuidadoso y una elaboración mucho más cuidada, aprovechando la capacidad de sus ingredientes principales como la cebada y la malta.
Dicha cerveza de barril fue un éxito y no tardó en hacerse eco en la mayoría de bares irlandeses.
Visto el impacto y tras casi 9 años de pruebas, el empresario optó por exportar el producto a otros países fuera de Irlanda y de hecho su primer cliente fue Gran Bretaña.
El propio empresario, en aras de querer expandirse, comenzó a frecuentar contactos de altas esferas, entre ellos el propio gobierno irlandés.
Todos ellos ayudaron a popularizar las cervezas Guinness de su propietario, quién frecuentemente realizaba donaciones para rehabilitar el patrimonio arquitectónico más castigado de la ciudad de Dublín.
Posteriormente, con el auge de los irish pubs, la cerveza Guinness se expandió por todo el mundo, dando la posibilidad que su dueño se enriqueciera y convirtiera la marca en algo más que una empresa, un símbolo representativo de la cultura irlandesa.
Una proeza que muy pocas empresas han conseguido a lo largo del tiempo.
La curiosa historia del logo de Guinness
De una u otra forma todos conocemos de manera internacional el símbolo de la cerveza Guinness y probablemente también el de la aerolínea Ryanair. Seguramente si la miras atentamente, reconocerás rápidamente su arpa característica.
Lo que posiblemente no hayas notado es que… ¡Se trata también del símbolo de la república de Irlanda! Al poco tiempo que Arthur Guinness patentó su marca, el propio gobierno de Irlanda se molestó porque coincidía por casualidad con el símbolo que querían utilizar para representar el país. Así pues, ambas partes acordaron que la cerveza utilizaría el mismo símbolo pero invertido.
Esta medida fue adoptada también por Ryanair para evitar confusiones con el símbolo.
Detrás del famoso libro de récords
¿Te has preguntado alguna vez porque de donde procede el título del “libro Guinness de los récords”? Lo cierto es que detrás de este nombre existe una historia curiosa que también involucra a la marca cervecera.
En una ocasión, el directo ejecutivo de Guinness Brewery (Hugh Beaver) se encontraba enfrascado en una discusión con algunos de sus amigos en una de las tabernas cercanas a Dublín.
El objeto de la discusión era decidir quién era el pájaro de caza más rápido, si el chorlito dorado o urogallo.
Al no encontrar una solución equitativa, el propio Beaver se le ocurrió que podría ser muy interesante si un libro fuera capaz de proporcionar respuestas de este tipo. Tal como cabría esperar, fue un rotundo éxito de ventas y a día de hoy sigue siendo uno de los libros más vendidos del mundo.
Guinness y la cultura irlandesa
Prueba del cariño que tienen los irlandeses a esta marca de cerveza se demuestra a través de grandes eventos, como por ejemplo, en el año 2009, durante el 24 de noviembre a las 17:59, los irlandeses y 150 países celebraron por todo lo alto el “Arthur’s day” como un homenaje al creador de la cerveza Guinness.
De hecho, la propia fábrica alberga un museo propio, donde se recoge toda la historia de la compañía y sus hitos más importantes. En el museo pueden encontrarse algunas curiosidades, como algunos registros del barco Titanic, que mencionan cargamentos de cervezas Guinness en 1912 durante su viaje inaugural.
Esta hora fue escogida en referencia al día que Arthur firmó su contrato de alquiler, además de ser una de las horas más habituales en que los irlandeses se encuentran en su pub favorito.
Finalmente, según algunas estadísticas, cada semana se sirven más de 9.800 pintas cada hora en los locales de máxima afluencia de Dublín y no es de extrañar que cada año en el mundo se produzcan unos 850 millones de litros Guinness, el equivalente a 1.8 millones de pintas, que son consumidas en más de 100 países diferentes.
Un vínculo con España
La historia de la cerveza Guinness también está directamente relacionada con las tradiciones de España y, más concretamente, con el Camino de Santiago. La calle, la estación del tranvía, la capilla e incluso el nombre de la fábrica originaria llevan por nombre St. James ‘s, en honor al apóstol y su peregrinación.
Desde el siglo XII, muchos peregrinos irlandeses e ingleses han comenzado su peregrinación desde este punto hasta alcanzar Santiago de Compostela. A modo de curiosidad, en la propia fábrica de Guinness se sellan la Compostelana a todo aquel peregrino que inicie su peregrinación hasta Galicia.
¿Por qué la Cerveza Guinness tiene una bolita?
Guinness, a diferencia de las cervezas en lata convencionales, es bastante peculiar a la hora de servir, ya que para poder servirla con la máxima calidad se ha desarrollado una cápsula de hidrógeno que permite conservar el mismo sabor como si se tratara de una cerveza de barril servida en un irish pub.
El motivo de esa «bolita» se debe a que esta pequeña cápsula garantiza una carga mínima de hidrógeno al momento de abrir la cerveza a la hora de distribuir la espuma y el gas, la propia marca recomienda esperar un lapso 119.50 segundos para poder tomarnos una Pinta con todo su sabor y calidad.
Otras Guinness
Aparte de las pintas habituales que se suelen servir típicamente en los pubs irlandeses. En el mercado han salido algunas versiones alternativas como la Guinness rubia o la «Over The Moon», esta nueva variante de cerveza presenta un inconfundible sabor tostado amargo mezclado con la textura cremosa de la espuma.
