Cualquier tapa puede parecer idónea para ver un partido de fútbol, pero no es así. La clave está en la variedad. ¿No te parece aburrido comer durante 90 minutos el mismo aperitivo? Por eso, en nuestro bar vas a poder encontrar una carta variada de tapas, hamburguesas y cervezas para que te centres en lo más importante, el partido.
Tanto si eres una persona pasional que le gusta comer sus aperitivos con las manos, como si prefieres no ensuciarte ni el bigote, tenemos tapas para ti:
Las bravas, un clásico entre las tapas
Qué vamos a decir de las tapas que no conozcas ya. Unas crujientes patatas fritas con un interior jugoso bañadas en una salsa picante, “brava” como un toro. Eso sí, seguro que no te has comido una igual, porque todo el mundo las hace a su manera.
Así somos, no nos ponemos de acuerdo ni con la elaboración de la patata. Pues la puedes encontrar cocida, al horno, frita, pochada, etc. Y ya no hablemos de la mítica salsa. Tiene más versiones que el Windows.
Pero que quede claro, no son patatas con kétchup.
Nachos, perfectos para compartir
Una tapa creada por casualidad que nos llega desde México. Su creador fue Ignacio (Nacho) Anaya, el cocinero del restaurante Piedras Negras, en Coahuila.
Un día le entraron al restaurante unas señoras a última hora y no tenía nada para servirles. Él les improvisó un plato con lo que tenía por la cocina y le puso de nombre “Nacho Especiales”.
Mira si les gustó la receta que llevamos 80 años comiendo “Nacho especiales” en todo el mundo. Descubre más curiosidades sobre los nachos
Croquetas de jamón ibérico, las favoritas
Es una de las tapas más consumidas en España junto con la tortilla de patatas. Se empezó a elaborar en Francia en tiempos del Rey Sol (Luis XIV) y no se sabe exactamente por quién.
Lo que sí sabemos es que nos encantan y las consumimos de muchos sabores diferentes como el jamón, marisco, cocido, pollo, setas, etc. Pero, ¿cuál es el favorito?
Pues según un estudio de Oído Cocina Gourmet en 2021, la croqueta favorita de los españoles es la de jamón ibérico. ¿Y la tuya?
Alitas de pollo, para chuparse los dedos
Una receta más antigua que el hambre. Ya las cocinaban en el Antiguo Egipto. Aunque si nos ponemos puntillosos, las alitas picantes se crearon en la ciudad de Búfalo en 1935. Y de nuevo por una casualidad.
Teressa Bellisimo, dueña del restaurante Anchor Bar, encargó por error un pedido de alitas de pollo en lugar de cuellos (los usaba para hacer la salsa de los spaghetti). Como no querían desperdiciar esa comida, Teressa las sirvió como aperitivo y fueron un éxito.
En nuestra carta encontrarás las diferentes variedades de tapas, hamburguesas y cervezas. Escoge la que más te guste o déjate asesorar por nuestro personal.
