Mozzarella Sticks: crocantes, derretidos y totalmente adictivos

Crujientes por fuera, derretidos por dentro y absolutamente irresistibles: los mozzarella sticks de Temple Bar son ese antojo que siempre vale la pena.
mozzarella sticks

Hay cosas que no se discuten, y una de ellas es que los mozzarella sticks son una de las mejores creaciones que existen. ¿Queso derretido envuelto en una capa crocante, calentito, con una salsita para mojar? Sí, por favor. En Temple Bar, los servimos como se debe: doraditos, con corazón de queso fundido, y siempre recién hechos.

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Un clásico que nunca falla

Los mozzarella sticks no necesitan presentación. Son esos bastones mágicos que pedís “para picar algo” y terminás devorando como plato principal. Son la excusa perfecta para arrancar la noche con algo rico, compartir con amigos o simplemente mimarte después de un día largo.

Y no, no exageramos cuando decimos que son adictivos. Esa combinación de textura crocante por fuera y queso elástico por dentro… es felicidad en forma de snack.

¿Sabías de dónde vienen los Mozarella Sticks?

Aunque hoy los encontramos en cualquier buen bar del mundo, la idea de empanar y freír mozzarella viene, como muchas cosas ricas, de Italia. Pero fue en Estados Unidos donde se popularizaron y se convirtieron en el boom que son hoy. Y ahora, por suerte, están acá, esperándote en Temple.

Ven a probarlos (en serio)

Si todavía no los probaste en Temple, te estás perdiendo una joyita. Vienen con una salsa marinara hecha en casa que es puro amor, pero también podés pedirlos con alguna de nuestras otras salsas si querés darle un giro distinto.

Lo mejor: los podés acompañar con una birra tirada bien fría o un cóctel de autor, y te armás un planazo. Ideal para antes de salir, para una juntada tranqui o simplemente porque sí. Porque a veces, el cuerpo te pide mozzarella sticks y uno tiene que saber escucharlo.

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