La cerveza San Miguel es una bebida que representa mucho más que solo una mezcla de ingredientes.
Proveniente de Manila, Filipinas, es un símbolo de la tradición cervecera con raíces que datan de hace más de 100 años. A lo largo de su trayectoria, San Miguel ha evolucionado, pero su dedicación a la calidad y a la autenticidad siempre ha sido constante.
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Orígen de la cerveza San Miguel
San Miguel Brewery fue fundada en 1890 en el barrio de San Miguel de Manila, Filipinas, por el empresario español Don Enrique María Barreto. Desde el principio, la visión de la compañía fue muy clara: crear cervezas de la mejor calidad posible que reflejaran la maestría cervecera europea, combinada con la hermosa influencia tropical del archipiélago filipino.
A medida que pasaba el tiempo, San Miguel Brewery crecía en tamaño y reputación. A lo largo del siglo XX, se convirtió en una de las cervecerías más grandes de Asia y, poco a poco, su presencia se fue expandiendo a nivel mundial.
Pero, ¿cómo llegó San Miguel a España? Bueno, resulta que en 1953, años después de la pérdida de la colonia, la fábrica de Manila fue trasladada a España, donde comenzaron a producir cerveza importando la levadura desde Asia en barcos. Abrieron su primera fábrica en Lleida.
Características de la cerveza
Una de las cervezas más populares de San Miguel es la Pale Pilsen, que es clásica y deliciosa. Se caracteriza por tener un equilibrio perfecto entre el amargor del lúpulo y la suavidad de la malta. Además, su sabor limpio y cristalino la hace perfecta para acompañar una amplia variedad de platos.
Además, San Miguel ha ampliado su oferta con cervezas especiales, como las cervezas de trigo o las sin alcohol. De hecho, San Miguel sacó, en 2001, la primera cerveza 0,0 del mercado en España, ya que todas hasta entonces incluían algo de graduación. De esta manera, se iba adaptando a las preferencias de los consumidores.
¡Así que no dudes en probar todas las opciones que ofrece San Miguel y encontrar la cerveza perfecta para ti!
En su proceso de producción, se combinan lo mejor de la artesanía tradicional con la innovación moderna. Utilizan agua, malta cuidosamente seleccionada, lúpulo y una levadura especial para crear una experiencia mágica en cada botella.
Además, algo que nos encanta de la elaboración de la cerveza San Miguel es que se preocupan por el medio ambiente. Desde la gestión del agua hasta la eficiencia energética, todo está cuidado para minimizar su impacto en el medio ambiente.
